Lagarto ocelado / Fardatxo (Timon lepidus)

Descripción

El lagarto ocelado es un reptil de gran tamaño. Pudiendo alcanzar más de medio metro de longitud total, desde la cabeza hasta la punta de la cola, es una de las especies de lacértidos más grandes del mundo junto con el resto de especies de su género. Presenta un cráneo muy robusto, especialmente los machos, y unas patas musculosas, adaptadas a la carrera. La fila saliente de escamas entre la cabeza y el cuerpo, llamado collar, está muy desarrollado y tiene borde aserrado. En las extremidades posteriores presenta poros femorales, típicos de los lacértidos, con los que emite feromonas con el fin de marcar territorios. Sus escamas son granulares, o redondas. La escama occipital de este género de lagartos es muy grande, mayor que en géneros cercanos como Lacerta, aunque más estrecha en T. lepidus que en T. nevadensis.

La coloración es muy variable, dependiendo de la procedencia geográfica, la edad o la época del año. Sin embargo, en general, los lagartos ocelados suelen ser verdes, más intenso en la época de celo, con anillos oscuros en el dorso, los cuales pueden desaparecer en individuos viejos. Presentan ocelos azules en los costados, proporcionalmente más grandes en los machos más viejos. A diferencia del lagarto bético, el lagarto ocelado presenta escamas dorsales de color negro azabache, mientras que el lagarto bético, aunque puede tener escamas oscuras, nunca presenta escamas azabache. A pesar de las diferencias existentes entre T. lepidus y T. nevadensis, en ocasiones no es fácil clasificar individuos, especialmente teniendo en cuenta que ambas especies podrían hibridar en las zonas de contacto. Los juveniles son similares al adulto a menor escala, pero con ocelos blanquecinos dispersos por todo su cuerpo; progresivamente van perdiendo estos ocelos y ganando los azules. En los neonatos la coloración verde todavía no aparece, presentando tonalidades pardas y oscuras.

Existe un marcado dimorfismo sexual en esta especie. En primer lugar, los machos tienen un cráneo mucho más desarrollado que las hembras. Por otro lado, en las hembras, la longitud del cuerpo, desde la cabeza a la cloaca, es proporcionalmente mayor. Finalmente, en cuanto a la coloración, las hembras tienen, generalmente, los ocelos oscuros más marcados, mientras que los machos presentan los ocelos azules más desarrollados y en ocasiones pierden parte de sus escamas negras, especialmente en los flancos, apareciendo sus ocelos azules sobre el fondo verde. Los machos también presentan poros femorales más notorios y alcanzan además mayor tamaño. 

Ecología

Este lagarto, como la mayoría de los lacértidos, es un animal eminentemente diurno, y su periodo de actividad viene muy marcado por las horas de sol. En general el periodo anual de actividad de esta especie abarca desde principio de primavera hasta el final del otoño, con un máximo de actividad durante el celo, en primavera. Algunas poblaciones meridionales pueden presentar actividad incluso desde enero, mientras que algunas poblaciones de montaña puede presentar actividad únicamente durante unos seis meses.

Depende mucho de la temperatura ambiental y la insolación para su supervivencia. Por ello, en general, presenta poca actividad tanto en días frescos como en días muy calurosos. Por las mañanas, calienta rápidamente su cuerpo, normalmente al sol o sobre superficies calientes como las rocas o el asfalto y, durante el resto del día, mantiene la temperatura mediante pautas de comportamiento.

El lagarto ocelado presenta una dieta basada principalmente en artrópodos. Gracias a su poderosa mandíbula, es capaz de ingerir animales bastante duros y grandes como pueden ser grandes insectos, caracoles, huevos de aves o incluso lagartijas, polluelos o micromamíferos. Sin embargo, es un depredador bastante generalista y la composición de su dieta puede variar enormemente en función de la disponibilidad del medio, aunque con una marcada preferencia por los escarabajos. Aunque son principalmente cazadores activos, también se ha documentado la capacidad de cazar al acecho. Debido a los fuertes cambios en su tamaño corporal, desde que nacen hasta que alcanzan el tamaño adulto, su dieta varía enormemente con la edad.

De la misma forma, la gama de posibles depredadores puede cambiar con el tiempo, y los adultos son presa fundamental de numerosas aves rapaces y carnívoros, como el águila calzada (Aquila pennata), la culebrera (Circaetus gallicus) o el jabalí (Sus scrofa). También la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) es un importante depredador de esta especie. Como estrategias ante los depredadores, los lagartos optarán primeramente por la huida hacia madrigueras u otros refugios, siendo incluso frecuente que trepen a la copa de un árbol con gran habilidad. Si se ve acorralado, el lagarto abre la boca de forma amenazante, emite bufidos y muerde al agresor. Son capaces de desprenderse voluntariamente de la cola (autotomía) para lograr escapar. 

Es una especie muy territorial, especialmente los machos en celo, los cuales pueden llegar a ser muy agresivos entre sí, propinándose fuertes mordiscos en las peleas territoriales, que incluso pueden acabar con la muerte de uno de los contendientes. El celo tiene lugar a mitad de primavera, y el periodo de incubación de los huevos dura hasta tres meses. Después del nacimiento, tras tres años y una elevada mortalidad juvenil, los lagartos ocelados alcanzan la madurez sexual.

Distribución, hábitat y amenazas

Se trata de una especie distribuida por toda la Península Ibérica excepto las zonas más húmedas de la franja eurosiberiana, sur de Francia y Liguria en Italia. Falta solamente en el sureste ibérico, ocupado por el lagarto bético. También se ha detectado su presencia en varios islotes atlánticos y mediterráneos. Altitudinalmente, presenta un  rango de distribución amplio, desde el nivel del mar hasta superar los 2000 metros en Sierra Nevada, y los 1600m en Castellón. En la Comunidad Valenciana, su distribución es difusa, debido al solapamiento con el lagarto bético. Con casi total seguridad, el lagarto bético se extiende por toda la costa valenciana hasta Tarragona, y ocupando la mayor parte de las provincias de Valencia y Alicante. Por el contrario, parece que el lagarto ocelado queda recluido en las zonas montañosas del interior de Castellón principalmente, pero también al interior de la provincia de Valencia, en las comarcas de La Serranía y Requena-Utiel, y quizás pueda aparecer en algún punto del interior de Alicante. En cualquier caso, debido a la posible hibridación entre ambas especies, es difícil determinar los límites de distribución de cada una, aunque el lagarto bético quedaría distribuido principalmente por las regiones más térmicas y costeras, mientras que el lagarto ocelado ocuparía climas más frescos.

Es una especie muy generalista, que puede ocupar una variedad enorme de hábitats, desde dunas costeras hasta la alta montaña pirenaica, incluyendo zonas de matorral mediterráneo denso o llanuras sin apenas vegetación arbórea o arbustiva. Aunque la presencia de refugios como muros de piedra o rocas facilita la presencia de lagartos ocelados, parece que no están limitados por estos elementos, aunque sí por la presencia de suficiente radiación solar. Su hábitats más habituales en la Comunidad Valenciana son cultivos de secano con linderos y muros, casas en ruinas, barrancos rocosos, claros de bosques, eriales y zonas de matorral.

Es una especie catalogada como preocupación menor, aunque protegida por el Catálogo Valenciano de Especies de Flora y Fauna. Sin embargo, es una especie que se encuentra en regresión en muchas partes de su área de distribución, por causas antrópicas. Muchas son las amenazas de sufre esta especie: el urbanismo y la transformación del hábitat ha hecho mella en muchas poblaciones, así como la intensificación agrícola y el uso de pesticidas. Aunque adaptados a los incendios forestales, su recurrencia también parece afectarles negativamente. Por otro lado, los atropellos y su persecución directa, por haber sido considerado tradicionalmente (y aun actualmente) alimañas perjudiciales, también diezman considerablemente sus poblaciones. En escenarios de cambio climático, se prevé una reducción de su área de distribución. Por último, su mortalidad puede incrementarse por la sobrepoblación de jabalíes y la presencia de gatos asilvestrados.

Información complementaria

Aunque morfológicamente muy similares, parece que la divergencia entre los géneros Timon y Lacerta tuvo lugar hace unos 18 millones de años. Dentro del género Timon, dos linajes divergieron hace unos 15 millones de años. El linaje oriental acabaría dando lugar a T. princeps y T. kurdistanicus. Tras la Crisis de Salinidad del Messiniense y la apertura del estrecho de Gibraltar, el clado africano que dio lugar a T. tangitanus y T.pater se separó del clado europeo que originó T. lepidus y T. nevadensis. Estos últimos divergieron hace unos 5 millones de años. Además del recientemente elevado a especie Timon nevadensis, existen tres subespecies de T. lepidus. T. lepidus lepidus por Italia, Francia y toda su distribución ibérica salvo Galicia. Timon lepidus ibericus aparece en Galicia, León y norte de Portugal. Finalmente, Timon lepidus oteroi  es endémico de la isla de Sálvora, en Galicia.

Esta especie siempre ha sido bien conocida por las gentes del campo, hasta el punto de ser una fuente importante de alimento en épocas de penuria, lo que históricamente ha podido causar retrocesos de sus poblaciones. Oralmente se les atribuyen cualidades que podríamos tildar de míticas o sobrenaturales, como la capacidad de doblar el hierro con su mordedura. Aparece también en multitud de fábulas y leyendas de la tradición oral de los pueblos ibéricos.

Junto a su pariente el lagarto bético, son los dos emblemáticos reptiles que dan nombre a nuestro colectivo, la Asociación Herpetológica Timon.

Juvenil. Rincón de Ademuz (Valencia).

Macho adulto. Sanabria (Zamora).

Para saber más:

- Ficha de la especie en Vertebrados Ibéricos 

- Ficha de la especie en The Reptile Database

- Claves para diferenciar ambas especies de Timon en la guía de colaboradores del Atlas Herpetológico de la C.V. (ver aquí)

Por Ángel Gálvez Núñez