Culebra viperina / Serp d'aigua (Natrix maura)
Descripción
La culebra viperina (Natrix maura) es una de las dos especies de serpientes pertenecientes a la familia Natricidae que se pueden encontrar en la Península Ibérica. Se trata de una serpiente de tamaño medio, alcanzando tamaños de entre 60 y 70 centímetros normalmente, existiendo casos puntuales de mayor longitud, siendo el máximo de 91 centímetros para la Península Ibérica. Los neonatos suelen medir entre 15 y 22 centímetros. Es una serpiente poco esbelta, con la cola corta, existiendo dimorfismo sexual y siendo esta más larga en machos que en hembras. La cabeza está ensanchada y bien delimitada, con aspecto triangular. Cuando la culebra viperina se siente amenazada, es capaz de hacer parecer su cabeza aún más triangular, emulando así a las víboras, siendo un claro ejemplo de mimetismo batesiano.
Las hembras alcanzan longitudes mayores que los machos. Usualmente tiene dos escamas preoculares y dos postoculares, 7 escamas supralabiales y 9 escamas infralabiales, las dos últimas siendo más claras y con bordes oscuros. Las escamas dorsales están claramente carenadas, permitiendo identificar distinguir las mudas de la culebra viperina de otras especies, ya que dicho rasgo lo comparte únicamente en nuestro territorio con la otra especie del género Natrix y el género Vipera.
El diseño dorsal es muy característico, normalmente siendo una banda oscura en forma de zigzag que recorre todo el cuerpo, desde el final de la cabeza hasta la cola. Existen variaciones, encontrándose a veces manchas romboidales o circulares que sustituyen al zigzag. Se pueden encontrar ejemplares con un diseño de dos líneas longitudinales y paralelas de color más claro, denominado diseño o morfotipo "bilineata" o bilineado. Este diseño rayado es más común en la mitad sur de la Península Ibérica, siendo abundante en muchas poblaciones de la Comunidad Valenciana, especialmente en la costa.
Además, suelen presentar una serie de manchas en los laterales, similares a ocelos con el centro más claro. La coloración de fondo suele ser parda, olivácea o rojiza, aunque se trata de una especie con una gran variabilidad. El vientre tiene un diseño de manchas cuadrangulares que le dan un aspecto ajedrezado, con color amarillento o anaranjado. El dimorfismo sexual no es muy notorio, aunque las hembras son más robustas y alcanzan mayor tamaño. En ejemplares juveniles el diseño y es similar al de los adultos, aunque más contrastado y marcado.
Adulto. Requena-Utiel (Valencia).
Adulto de gran tamaño. Baix Segura (Alicante).
Adulto. Baix Maestrat (Castellón).
Adulto del morfotipo "bilineata". Baix Vinalopó (Alicante).
Detalle. Requena-Utiel (Valencia).
Ecología
La actividad de esta serpiente suele ser diurna, aunque no es raro que muestre actividad crepuscular y nocturna, más frecuente en los meses más cálidos. Puede mantenerse activa durante todo el año en zonas costeras y calurosas de la Península Ibérica, siendo sus picos de actividad durante primavera, coincidiendo con la actividad reproductora, y en otoño. Es una especie de hábitos marcadamente acuáticos, siendo la serpiente ibérica más dependiente de las masas de agua. Es muy buena nadadora y buceadora, aunque rápida también en tierra. Se sabe que es capaz de realizar inmersiones de más de 15 minutos. Se trata de una de las serpientes más abundantes de la Península Ibérica, llegando a alcanzar densidades muy altas en hábitats propicios.
La culebra viperina se alimenta principalmente de peces y anfibios, que captura activamente o al acecho. En territorio valenciano una de sus presas más abundantes es la rana común (Pelophylax perezi). Junto a las presas mencionadas antes, es capaz de depredar invertebrados como hirudíneos, gasterópodos o insectos, principalmente los ejemplares juveniles o neonatos. Además de ejemplares adultos de anfibios, también es frecuente la depredación sobre larvas de los mismos. Suele acechar a sus presas inmóvil manteniendo su cuerpo fijado, lanzando la parte anterior al paso de la presa, cuando la culebra viperina la localiza visualmente. También realiza búsqueda activa, aunque esta suele ser por respuestas a estímulos químicos y en aguas poco profundas. Es común también observar culebras viperinas capturando peces o renacuajos y llevándolos a la orilla para ahogarlos, engulléndolos tras ello.
La culebra viperina es depredada por un gran número de animales, lo que unido a su elevada abundancia hace que su consumo sea importante en muchas de las zonas húmedas donde habita. Las aves como garzas y rapaces son uno de los depredadores más comunes que tiene. También se ha observado depredación por parte de mamíferos como la nutria o el jabalí y por otros ofidios, como puede ser la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). Frente a una amenaza, como un depredador, además de aplanar las mandíbulas, triangulando la cabeza para mimetizar a las víboras, la culebra viperina segrega una sustancia fétida proveniente de sus glándulas cloacales, que frota por todo su cuerpo con objetivo disuasorio.
Se reproduce principalmente en primavera, con el aumento de temperatura y actividad que se da en esta época del año. Además del periodo reproductivo primaveral, se han detectado casos donde se da un segundo periodo de celo, en otoño. En la época de reproducción no es extraño observar acumulaciones de estos individuos formando una “bola” de reproducción, formada por numerosos ejemplares agrupados. También es frecuente observar a parejas de macho y hembra de esta especie conviviendo durante algunos días o semanas. La puesta suele realizarse a finales de primavera, en huecos y bajo grandes rocas o madrigueras. El tamaño de la puesta puede ir desde 2 a 20 huevos aproximadamente, aumentando el número de huevos con el tamaño de la hembra. Los juveniles eclosionan a finales del verano.
Secuencia de depredación de un ejemplar de culebra viperina sobre adulto de gallipato. Requena-Utiel (Valencia).
Juvenil depredando una gran larva de gallipato. La Serranía (Valencia).
Adulto depredando una larva de sapo de espuelas. Requena-Utiel (Valencia).
Distribución, hábitat y amenazas
La culebra viperina es una especie característica del Mediterráneo Occidental, y se distribuye uniformemente por prácticamente toda la Península Ibérica, la mitad sur de Francia, el noroeste de Italia y el norte de África, estando presente en prácticamente todo Marruecos. En la Península Ibérica la culebra viperina únicamente se encuentra ausente o es muy escasa en algunas regiones del norte. En la Comunidad Valenciana tiene una distribución muy uniforme por todo el territorio y se encuentra presente en la totalidad de las tres provincias.
La culebra viperina habita cualquier tipo de masas acuáticas continentales, como pueden ser ríos, lagunas, charcas, marismas, humedales costeros... Incluso alguna vez puede adentrarse en el mar y capturar peces en la costa. También es frecuente encontrarla en hábitats altamente alterados por acción humana, como pueden ser campos de cultivo. En la Comunidad Valenciana se encuentra presente en prácticamente todas las masas de aguas continentales, pudiéndose encontrar también en barrancos y ramblas, acequias entre cultivos de naranjos y arrozales, donde resulta especialmente abundante. Siente preferencia por altitudes bajas, siendo escasa a partir de los 1200 metros de altitud.
La culebra viperina es una especie muy abundante y es frecuente encontrarla en nuestras masas de agua. No es un reptil amenazado actualmente, aunque la mayoría de sus poblaciones se encuentran en constante regresión. Las principales amenazas de la culebra viperina son el deterioro y pérdida de hábitats, principalmente la contaminación o desaparición de las masas de agua que habitan o las especies de las que se alimentan. Los atropellos también son una amenaza, aunque esta especie no sufre tantas bajas en las carreteras como otras serpientes terrestres y más activas, como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) o la culebra de escalera (Zamenis scalaris). También existe mortandad por las trampas de caída accidentales, donde quedan atrapadas y acaban muriendo por falta de alimento, por las temperaturas extremas o por ahogamiento. Las especies invasoras, como los gatos, también son causa de muerte de muchos ejemplares. Además, el ser humano también es causa de muerte directa al confundirla con víboras.
Hábitat. La Serranía (Valencia).
Hábitat. Valle de Ayora-Cofrentes (Valencia).
Adulto al acecho en su hábitat acuático. Baix Vinalopó (Alicante).
Información complementaria
Pese a ser una serpiente totalmente inofensiva, que ni siquiera muerde en la mayoría de los casos incluso siendo manipulada, la culebra viperina es asesinada en muchos casos por acción del ser humano, debido a su costumbre de mimetizar a la víbora frente a las amenazas y a su diseño dorsal en zigzag. Es muy frecuente la muerte de muchos ejemplares por acción del hombre debido al desconocimiento y la confusión de esta especie con las víboras.
Es también normal encontrar culebras viperinas a las que les falta la cola. Esto es debido a que es la serpiente ibérica con mayor tasa de depredación, y la cola cortada es indicador de un intento fallido de depredación. Si un depredador las agarra de la cola, pueden girar sobre sí mismas hasta desprenderla y lograr huir. Sin embargo, se trata de animales muy resistentes, que son capaces de cicatrizar heridas graves y sobrevivir en la gran mayoría de los casos.
Es una de las serpientes que engulle presas más grandes relativamente a su tamaño, habiéndose encontrado culebras viperinas engullendo animales que representaban el 60% de su masa corporal. Por ello, no es raro encontrar culebras viperinas intentando engullir presas desmesuradamente grandes en proporción a su tamaño, y no es tampoco raro que acaben desistiendo, abandonando su presa.
Aún siendo una especie que habita principalmente masas de agua continentales, se han encontrado muchos ejemplares en hábitats costeros de agua salobre, e incluso existe una población reproductora en las Islas Cíes (Galicia) que habita exclusivamente en el mar. En dicho lugar, las culebras viperinas, que son de gran tamaño y con acusado melanismo, capturan las presas en los fondos rocosos marinos que hay entre los islotes y en las piscinas intermareales.
Juvenil sumergido. Baix Vinalopó (Alicante).
Detalle de adulto. Camp de Turia (Valencia).
Adulto. Valle de Ayora-Cofrentes (Valencia).
Por Antonio Gómez Mercader