Ranita meridional / Reineta (Hyla meridionalis)

 

Descripción

 

La ranita meridional es un anfibio de pequeño tamaño, que raramente supera los 4 cm de longitud total, siendo las hembras de mayor tamaño que los machos. Se trata de una especie muy característica que difícilmente podrá ser confundida con otros anuros ibéricos, excepto con su congénere la ranita de San Antón (H. molleri). Su aspecto general es rechoncho, con el hocico corto y los ojos de tamaño mediano, con la pupila horizontal y el iris de color pardo amarillento. La morfología del animal está adaptada a sus costumbres trepadoras, y así, las extremidades son relativamente largas, incluso las anteriores, con dedos acabados en ventosas que le permiten trepar por superficies prácticamente lisas. El tímpano es de tamaño medio y claramente visible. No presenta palmeaduras en las patas posteriores.

 

La coloración es generalmente verde, aunque ésta es muy variable e incluso un mismo ejemplar puede cambiar de color en función de la temperatura ambiental o el estado del animal. Así, la tonalidad varía desde un verde hoja (la más habitual) hasta un verde oscuro, pudiéndose encontrar también ejemplares con coloraciones grisáceas, marrones o negruzcas. Incluso existe una variación de color azul (axantismo), que se ha detectado en algunos ejemplares catalanes y andaluces, debido a una mutación que produce una pérdida del pigmento amarillo, que junto con el azul producen el color verde característico de la especie. Presentan además una línea negra que les recorre el costado desde las narinas, pasando por el ojo, hasta más o menos la mitad del torso. Esto permite diferenciar a la especie de otros miembros del género, que tienen esta línea más prolongada hasta la pata posterior.

 

Ambos sexos son similares en su coloración. El dimorfismo sexual, además de en el tamaño, queda patente en la presencia de un saco bucal único y de gran tamaño en los machos, que en reposo se marca por la presencia de pliegues y una coloración anaranjada en la garganta de los mismos. En cambio, en las hembras la garganta es lisa y de color blanquecino similar al vientre. Los machos carecen de las callosidades nupciales presentes en otros anuros.

 

Macho adulto. La Safor (Valencia).

 

Retrato de adulto. La Safor (Valencia).

Hembra adulta en vista frontal. La Safor (Valencia).

 

Adulto axántico. Vallvidrera (Barcelona).


 

Ecología

 

La ranita meridional resulta notable por sus costumbres arborícolas, como en todas las ranas de la familia Hylidae. Los adultos suelen vivir entre la vegetación, por la que trepan con gran habilidad gracias a sus dedos con ventosas y su capacidad de agarrarse a tallos y hojas. Seleccionan positivamente los arbustos densos y espinosos que les proporcionan cobertura y refugio frente a los depredadores, especialmente los zarzales y la vegetación palustre. Obviamente, también son capaces de desplazarse por el suelo. Es una rana muy ágil que además es capaz de dar grandes saltos, utilizando este medio también para desplazarse de unos tallos a otros. Aunque es de costumbres nocturnas, ocasionalmente puede presentar algo de actividad durante el día, o se la puede ver reposando entre la vegetación al sol. El periodo de actividad anual depende de las temperaturas, pero en zonas con ausencia de heladas pueden estar activas todo el año, disminuyendo su actividad en noches frías y durante la sequía estival. Se alimenta de diversas especies de invertebrados, y a su vez puede ser presa de otros animales como culebras de agua y diferentes especies de aves, que las capturan especialmente en los puntos de agua durante su periodo reproductor. 

 

La reproducción de esta especie es de carácter prolongado y puede llevarse a cabo a lo largo de toda la primavera siempre que los puntos de agua presenten unos niveles suficientes. Suele empezar a finales del invierno, sobre el mes de Febrero, cuando los machos van acudiendo a las charcas y emitiendo su sonoro canto. El canto se emite o bien desde la superficie del agua o también puede ser emitido desde la vegetación. Si la especie es abundante, pueden formar coros muy ruidosos que prácticamente no dejan oír los cantos de las demás especies que conviven en la charca. Las hembras van llegando a la charca de forma más dispersa y escalonada, y cuando el se encuentran se produce el amplexo, que es de tipo axilar. La hembra entonces deposita los huevos en forma de pequeños paquetes globulares de un par de centímetros. Las larvas son de pequeño tamaño, con una cresta caudal alta que recuerda a una versión en miniatura de las del sapo de espuelas (Pelobates cultripes), pero presentan una coloración más llamativa y el pico menos robusto. Los renacuajos suelen vivir escondidos entre la vegetación sumergida, y el periodo larvario tiene una duración de entre dos y tres meses en función del hidroperiodo. Los metamórficos y juveniles suelen vivir entre la vegetación palustre de las orillas hasta que alcanzan el suficiente tamaño para la dispersión terrestre.

 

Ejemplar subadulto. Tarragona.

 

Amplexo sobre la vegetación. Tarragona.

 

Juvenil de coloración grisácea. Tarragona.

 

Larva. Tarragona.


Macho en celo cantando. Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres).

 

Distribución, hábitat y amenazas

 

La ranita meridional (Hyla meridionalis), es originaria del norte de África, aunque su distribución actual abarca también la península ibérica y algunas islas, como Canarias, Baleares (Menorca) y Madeira. En la el continente europeo, su distribución se reparte en dos grandes núcleos aislados entre sí, fruto probablemente de dos eventos históricos de introducción humana desde África, aunque también se ha propuesto un origen natural. El núcleo meridional ocupa el cuadrante suroccidental de la península ibérica (mayor parte de Andalucía, Extremadura, sur de Salamanca, oeste de Castilla la Mancha y suroeste de Madrid), mientras que el núcleo septentrional se distribuye desde el centro de Tarragona, por toda Cataluña y el sur de Francia hasta el País Vasco. Se ha comprobado genéticamente una mayor afinidad de las poblaciones meridionales con las del sur de Marruecos, mientras que las del núcleo septentrional se corresponden con las del N de dicho país, más cercanas al Estrecho. Este curioso patrón podría explicarse por dos eventos de introducción humana independientes, o bien por una expansión original de la especie desde el sur de Marruecos hacia la península ibérica, extinguiéndose posteriormente del N de Marruecos que sería colonizado por otro linaje diferente. 

 

En cuanto a la Comunidad Valenciana, no existen citas históricas de poblaciones de la especie, estando los núcleos poblacionales más cercanos en la comarca de Yecla (Murcia), donde parece haber desaparecido en los últimos años, coincidiendo con un declive general en todo el sureste ibérico, que corresponde a su límite de distribución. La especie fue citada en los años 80 en la comarca valenciana de La Safor (Fuente del Pla de Corrals), donde se encontró un adulto y varias larvas, sin citas posteriores en la localidad. Existe también una observación anecdótica de un ejemplar cantando en un punto del Valle de Ayora, sin haberse vuelto a detectar; así como citas de traslocaciones accidentales como un ejemplar encontrado en unos invernaderos de frutas. Recientemente, ha sido encontrada en varios puntos del sur de Alicante, en el Baix Vinalopó, lo que probablemente se trate de una introducción deliberada al no existir observaciones previas. Más reciente todavía es el hallazgo de un núcleo poblacional en la comarca valenciana de La Safor, cercano a las citas de los años 80 pero no en el mismo paraje, que está todavía en estudio para esclarecer su distribución, abundancia y posible origen.

 

En cuanto a su hábitat, es una especie versátil que solamente requiere de puntos de agua adecuados con la suficiente cobertura vegetal para su reproducción. Los adultos son trepadores y eligen especialmente vegetación densa que les proporcione la suficiente cobertura, con especial predilección por los zarzales, juncales y otros arbustos espinosos. Las larvas viven entre la vegetación sumergida mientras que los juveniles seleccionan la vegetación emergente de las orillas de las charcas. Esta especie es relativamente móvil y puede encontrarse a cierta distancia del punto de agua en el que nació, en hábitats tanto de matorral y monte mediterráneo como de cultivos, siempre que no haga demasiado frío. 

 

La especie no se encuentra amenazada a nivel peninsular, y puede llegar a ser muy abundante en condiciones favorables; e incluso se está expandiendo en su límite norte. Sin embargo, muchos núcleos periféricos están en declive o bien han desaparecido en las últimas décadas, especialmente los situados en el sureste ibérico, en el sur de Cataluña y en el país vasco. Su principal amenaza es la destrucción y degradación de los puntos de agua donde cría, por su transformación para la agricultura o la introducción de especies exóticas como peces y cangrejos, así como los desbroces que eliminan la vegetación donde se refugia. Otros factores de amenaza pueden ser los atropellos en carretera y el expolio de ejemplares por parte de particulares, al ser una especie muy vistosa. En la Comunidad Valenciana, dado su carácter presumiblemente alóctono, no se puede considerar amenazada, siendo necesario evaluar su posible origen antes de decidir las medidas encaminadas a la gestión de sus poblaciones.

 

Macho adulto entre la vegetación. Baix Vinalopó (Alicante).

Hábitat.  Baix Vinalopó (Alicante). 


 

Información complementaria

 

La familia Hylidae es la más diversa de anuros a escala global, con su máximo de diversidad en los trópicos, donde las ranas arborícolas son un componente fundamental de la herpetofauna en zonas selváticas. En Europa, además de la ranita meridional, se encuentran otras especies del mismo género pertenecientes al complejo Hyla arborea, hasta hace poco consideradas como una misma especie. En la Península Ibérica se encuentra la ranita de san Antón ibérica (Hyla molleri), endemismo que ocupa principalmente la mitad norte peninsular, siendo escasa en el sur, faltando en el este, y llegando hasta el sur de Francia. En ciertas zonas convive con la ranita meridional, e incluso se han llegado a reportar casos de hibridación entre ambas especies. Esta especie no ha sido nunca citada en la Comunidad Valenciana, pese a tener poblaciones relativamente cercanas en las provincias de Cuenca y Teruel, donde ocupa la Serranía conquense y los Montes Universales. Fue observada hace años en la Laguna de Talayuelas (Cuenca) a menos de un kilómetro del límite con Valencia, donde pese a realizar prospecciones detalladas no se ha vuelto a detectar. También existen citas en el municipio conquense de Algarra, muy cerca del límite con el Rincón de Ademuz. Por todo ello, no es descartable que la especie aparezca en territorio valenciano en un futuro, y convendría incrementar las prospecciones en áreas propicias del interior, especialmente en el Rincón de Ademuz y las comarcas valencianas de Requena-Utiel y Los Serranos.

 

 

Adulto de ranita de san Antón ibérica (Hyla molleri). Serranía de Cuenca (Cuenca).

 

Adulto de ranita de san Antón ibérica (Hyla molleri), mostrando la línea lateral que se extiende hasta la pata posterior. Serranía de Cuenca (Cuenca).

 

Ranita meridional encontrada descansando en la vegetación. La Safor (Valencia).

 

Por Luis Albero Martínez