Culebrilla ciega / Serpeta cega (Blanus vandellii)
Descripción
La culebrilla ciega es un reptil sin patas con aspecto de lombriz, teniendo un tamaño medio de longitud de la cabeza y cuerpo de unos 15 cm. Su morfología está adaptada para la vida subterránea, tiene unos ojos atrofiados y poco visibles que se muestran como unos puntos negros bajo las escamas de la cabeza. La cabeza es pequeña y poco diferenciada del cuerpo, separada de él por un surco transversal. El cuerpo es cilíndrico y alargado, cubierto por escamas cuadrangulares que tienen el mismo tamaño en la zona ventral y dorsal. Estas escamas están dispuestas en anillos transversales separados por surcos. Tiene una coloración generalmente uniforme rosada, blanquecina, violácea, castaña o gris parduzca. Los ejemplares juveniles tienen un aspecto muy similar al de los adultos. En esta especie no hay un dimorfismo sexual visible.
Las culebrillas ciegas tienen un aspecto inconfundible al de otras especies. Las verdaderas serpientes tienen los ojos grandes y una sola hilera longitudinal de escamas ventrales. En el caso de los luciones (Anguis fragilis), siendo lagartos ápodos, tienen los ojos bien desarrollados y aspecto brillante. La diferencia principal entre las dos especies de culebrilla ciega de la Península Ibérica es su área de distribución, ya que morfológicamente son muy similares. El Blanus cinereus pertenece al sudoeste peninsular mientras que el Blanus vandellii está presente en el resto de la España menos en el norte y noreste.
Adulto. Alt Vinalopó (Alicante).
Adulto. L'Alacantí (Alicante).
Adulto. Requena-Utiel (Valencia).
Ecología
Presenta una actividad diurna, pudiéndose observar también algunas noches cálidas de verano. Esta especie es estrictamente fosorial, por lo que se localiza principalmente en galerías cavadas en suelos poco consistentes. Su observación normalmente tiene lugar bajo troncos y piedras, donde se calienta por tigmotermia (absorbiendo el calor acumulado en la piedra). Sale muy pocas veces a la superficie, sobre todo después de intensas lluvias que inundan sus galerías. Su actividad óptima se alcanza en los meses de primavera y verano. Bajo piedras pueden observarse más ejemplares a primeras o a últimas horas del día. A medida que avanza el día, se van calentando y se vuelven más rápidos . Al mediodía se observan pocos ejemplares bajo piedra por las temperaturas elevadas.
Al ser localizada tiende a huir por sus galerías, pudiendo también enroscarse en alguna rama si se le da la oportunidad. Se debe manipular con cuidado ya que presenta autotomía a partir del cuarto anillo postcloacal. Esta última estrategia es la menos usada ya que conlleva la perdida de mayor parte de la cola donde almacena reservas energéticas. Tendrá que consumir recursos para volver a regenerarla y así no estar indefensa ante los depredadores. Sus depredadores no son muchos debido a sus hábitos, pero puede ser atrapada por las también fosoriales culebras de cogulla (Macroprotodon brevis) y ocasionalmente por otros ofidios, así como por mamíferos excavadores como el tejón y el jabalí.
La estación reproductora es en primavera. En la reproducción el macho y la hembra utilizan feromonas (señales químicas) para su localización y comunicación intraespecífica. La hembras realizan la puesta bajo troncos o piedras, poniendo solamente uno o dos huevos que eclosionan después de 60 o 80 días.
Su alimentación se centra en invertebrados que encuentran bajo el suelo como hormigas y sus larvas, termitas o larvas de otros insectos. Su dieta también incluye cochinillas, lombrices, arañas…
Adulto. Requena-Utiel (Valencia).
Adulto. Requena-Utiel (Valencia).
Distribución, hábitat y amenazas
Esta especie se distribuye únicamente por la Península Ibérica (España y Portugal). Está presente en la mayor parte del área excepto en el norte y noreste peninsular (región eurosiberiana y zonas frías). Tampoco se encuentra en el sudoeste peninsular ya que está ocupado por la otra especie de culebrilla ciega, Blanus cinereus. Puede observarse desde el nivel del mar hasta los 1800m, siendo más abundante entre los 200 y 700m.
Es subterránea y termófila, se distribuye por las regiones cálidas evitando los lugares más secos. Se encuentra en una gran variedad de ambientes mediterráneos como pinares, encinares, matorrales, tierras de labranza… evitando los herbazales perennes que le dificultan la excavación. Los suelos los prefiere arenosos, en los que se excava fácilmente, al contrario que en los arcillosos o compactos.
Es difícil conocer si está amenazada por sus hábitos subterráneos que hacen casi imposible conocer su abundancia y distribución geográfica. Todo parece indicar que no se encuentra amenazada, aunque la creciente urbanización parece estar provocando una fragmentación de sus poblaciones y de su hábitat. También le afecta la polución producida por el arrojo de escombros o aceite que afectan principalmente a la fauna edáfica, y la sobrepoblación de jabalíes. Esta especie está catalogada como preocupación menor por la UICN.
Hábitat. Requena-Utiel (Valencia)
Información complementaria
La culebrilla ciega pertenece a la familia de los anfisbénidos (Amphisbaenidae). Esta familia es un grupo de reptiles ápodos que por su morfología externa se tiende a pensar que están emparentados con las serpientes. Un descubrimiento en Alemania de un fósil de lagarto de 47 millones de años de antigüedad (Cryptolacerta hassiaca), el cual posee características propias de los anfisbénidos, reveló la primera evidencia morfológica de que los anfisbénidos y los lacértidos son un grupo monofilético, es decir, evolucionaron a partir de una población ancestral común estando más emparentados entre sí que con otros grupos de reptiles. También reveló que la elongación y pérdida de extremidades en serpientes y anfisbénidos tuvo lugar de una forma independiente, un claro caso de evolución convergente.
Esta especie presenta sorprendentes adaptaciones para la vida subterránea, además de su morfología externa y la pérdida de las visión. Su musculatura dispuesta en forma de anillos le permite moverse hacia delante y hacia atrás como una lombriz, y su cabeza osificada se emplea como un ariete o tuneladora para excavar. Además, podrían ser capaces de detectar vibraciones en el suelo y emplearlas para comunicarse y encontrar alimento, aunque esto último está todavía en fase de investigación.
Este pequeño reptil está rodeado de mitos y leyendas. En las Castillas y Extremadura hay un dicho popular que dice: “Si el tiro viera y la víbora oyera no habría hombre que al campo saliera”. Este dicho sobre el llamado tiro no solo hace referencia a la culebrilla ciega, también a otros reptiles como el lución y anfibios como la salamandra. Se les considera típicamente animales venenosos, cuando en realidad son totalmente inofensivos para el ser humano, dando una mala y falsa reputación a estos increíbles animales.
Adulto de gran tamaño. Requena-Utiel (Valencia).
Para saber más:
- Taxonomía actualizada de los Blanus ibéricos, por Ceríaco y Bauer (2018)
Por Ferran Giménez Soutullo